Un día, por esas razones de la vida, conocí a una persona muy especial, uno de esos locos que le apuestan al bienestar emocional y físico de las personas. Se trata de Samy Arman, hoy es un gran amigo y lo admiro mucho. Poco nos encontramos, pero cuando lo hacemos, el espacio y el tiempo se convierte en un escenario de multiculturalidad y de tertulias intelectualmente interesantes que convergen en un mismo punto: queremos ser felices y enseñar a la gente a ser feliz, encontrando lo que les gusta. Lo que realmente quieren ser.
Pero como en muchas áreas de la vida, al inicio, mi amistad con Samy fue criticada por algunas personas, algunos cercanos, otros no tanto. Y es que la verdad, al inicio, Samy parecía loco, hasta que un día comprobé que realmente lo está y más me le uní.
En este mundo somos pocos los locos, hay muchos más cuerdos, pero así como decía el brillante Co Fundador de Apple, Steve Jobs (Q.E.P.D.), “Esas personas que son tan locas como para cambiar el mundo, son las que lo consiguen“
Soy un convencido de que uno enloquece por muchas cosas: por amor, por alegría, por pasión, y lo mejor de todo es que enloquecemos porque queremos ser felices y para ser felices hoy en día tenemos que luchar contra un montón de ‘peros’ y prejuicios que la creencias limitantes nos impone en el subconsciente.
“Malo si sí, malo si no”… ya no importa, en estos momentos de mi vida agradezco a Dios por todo lo que me ha brindado, mi familia, mi trabajo, mis talentos y en forma de agradecimiento quiero aportar a la consecución de un mundo más humano y feliz a través del bienestar y de prácticas socialmente responsables.
Quiero crear una red de amigos felices que le apuesten a generar desde sus conocimientos espacios de aprendizaje a los cuales los invitaré y a los cuales espero que vayan.
Samy es judío, Sirio-Polaco; fue obeso y ahora es delgado; es padre de un hermoso niño; esposo de una hermosa doctora; con sus métodos encontró mejorar su calidad de vida y es una persona feliz. Ahora, se dedica a enseñar a los demás a ser feliz. Es un loco, si, de los buenos.
Si yo le hubiera dicho a mi madre 20 años atrás que quería dedicarme a enseñar a la gente a ser feliz a través del bienestar seguramente me hubiera dicho que estaba loco. Por eso lo camuflé con la comunicación social y con todas las áreas humanas a las que me he dedicado. Samy si lo hizo, sin importar el pensar de la gente ha continuado con su difícil tarea, pues hoy, decirle a la gente que tu trabajo es “enseñar a ser feliz”, muy seguramente, en el mejor de lo casos, la respuesta será una carcajada. Bingo! El primer logro, robar una sonrisa en este mundo tan cruel y deshumanizado.
Bueno, así como Samy hay muchos locos, entre ellos yo. También mi amiga María Angélica Duque, Cucha Duque, como le dicen, que le apostó a renunciar a un cargo para montar su propio portal de noticias positivas.
Es en estos casos de gran éxito en donde vemos que motivar no es dar una charla, motivar es contar nuestras propias historias para que los que quieren lograr el éxito sepan, que los que están en la cima pasaron por un proceso y no llegaron hasta allá en helicóptero.
Muchas gracias a todos los que nos han apoyado con esta iniciativa. Lo que se viene es grande. Espero contar con su apoyo, participación, pero sobre todo a que así como se unen a la moda Fitness, se unan también a la moda que nunca pasa de moda: “Be Happy”.